Autor : Alejandro Castillo

LA CRÓNICA realizó un recorrido por las estaciones de servicio de Armenia y evidenció lo informado desde Fendipetróleo, ya no hay gasolina en ninguna bomba.
Otro sector que se ha visto golpeado por la falta de combustible y por los cierres viales es el agricultor.
Pese a que desde ayer en la mañana se dio a conocer que en la tarde se permitiría el ingreso de camiones con combustible al Quindío, Julián Andrés Rodríguez, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos, Fendipetróleo, seccional Quindío, dijo que aún no existe esa posibilidad.
“Ya nos comunicamos con los dirigentes de una de las plantas en Pereira desde donde se estaba dando este tipo de información, les pedimos colaboración porque esas declaraciones podrían generar disturbios en este departamento, porque la gente va a pensar que no se quiere vender combustible. La realidad es que la situación no ha cambiado, aún no hay vía para que los carrotanques ingresen a las plantas más cercanas en Cartago o la capital de Risaralda”, aseveró.
Destacó que desde Fendipetróleo y las autoridades gubernamentales de Quindío, Risaralda y Valle del Cauca siguen haciendo el acercamiento para establecer el corredor humanitario para que pase la gasolina, pero en los puntos de bloqueo hay distintos sectores —volqueteros, camioneros, muleros, taxistas, entre otros—, y no han podido concertar con los líderes de cada uno.
“Hay que hablar con todos, escuchar el pliego de peticiones que tienen, que no es para los gobernantes de los departamentos, sino para el gobierno nacional, por lo que el compromiso desde la gobernación del Quindío es trasladar directamente esas peticiones a la presidencia de la República, para que sean tenidas en cuenta”.
Resaltó que, de acuerdo con el último sondeo, en la región ya no hay gasolina en ninguna estación de servicio. “Lo que sí hay en algunas bombas es diésel, debido a que el consumo no ha sido significativo precisamente porque el transporte de carga está frenado por los bloqueos de las carreteras, pero ya que el transporte público, que también utiliza este combustible, sí está operando, esta reserva no durará mucho”.
Tinto ha disminuido la flota en 40 %
Aunque los buses de servicio público de Armenia funcionan con diésel, el cual aún no se ha agotado en la ciudad, el hecho de que no puedan ingresar los carros cisterna con combustible al departamento, preocupa a la empresa Tinto.
Ómar Aristizábal, gerente de la empresa, dijo que tienen una estación propia. “La situación es bien complicada porque solo tenemos combustible aproximadamente hasta el sábado o domingo. Hemos disminuido la flota en cerca de un 40 % porque no hay pasajeros y estamos quemando inútilmente el combustible, por lo cual tratamos de optimizar el servicio y consumir menos galones para que duren más días”.
Resaltó que, a pesar de la reducción en la flota, actualmente cubren toda la ciudad, pero con frecuencias más espaciadas.
“Igualmente, hemos tenido muchos tropiezos con la operación por los cierres y desvíos permanentes en las vías; además, nuestros conductores han sido amenazados por algunos desadaptados que hablan hasta de quemar los buses; a hoy tenemos 7 vehículos dañados”, concluyó.
Las dificultades del sector agropecuario
Fernando Montoya Palomino, coordinador departamental de la Asociación Hortifrutícola de Colombia, Asohofrucol, aseguró: “Desde el pasado miércoles comenzamos a tener afectaciones en el transporte de productos agropecuarios, porque al no haber gasolina se dificulta sacar los productos de las fincas”.
Relató que el transporte de las cargas, desde los distintos municipios del Quindío hacia Armenia, o hacia otras ciudades del país como Cali, Medellín, Bogotá, Bucaramanga, también ha tenido una alta afectación por los bloqueos de las vías.
“El daño es grande para los productores, por ejemplo, la Asociación de Citricultores de la Zona Cafetera y Norte del Valle, Citrieje, envía aproximadamente 15 camiones cargados con fruta para Bogotá, los cuales representan cerca de 150 toneladas, pero en este momento no ha salido ninguno. Las frutas se van a perder en los árboles, porque no se está recolectando y la naranja apenas comienzan a madurarse ya no se puede comercializar. El golpe económico para los productores será fuerte”.
Informó que una situación similar la viven, por mencionar 2 casos particulares, los aguacateros de la asociación de Filandia: “Ellos venden hass a una empresa exportadora ubicada cerca de Cali, pero no han podido sacar ningún cargamento. Estamos hablando de que han dejado de vender cerca de 28 toneladas estos últimos días”.
Así mismo, la asociación de musáceas de Calarcá, que es la que comercializa el plátano de la cordillera quindiana, no ha podido enviar cargas hacia Bogotá. “Tiene problemas porque la demanda interna del departamento no es suficiente para comercializar la cantidad de fruta que se produce en esas localidades, más la del resto de municipios”, argumentó.
Resaltó que algunos de los pequeños productores, que estaban teniendo una buena opción de comercializar sus cosechas en los mercados campesinos, también están teniendo dificultades, porque quienes transportan sus productos en moto no tienen gasolina para hacerlo. Sin embargo, reconoció que esta sigue siendo una excelente opción para quienes aún pueden llevar los alimentos a estos escenarios.
Concluyó: “Todo es una afectación en cadena, porque si el dueño de la finca no vende, no va a contratar trabajadores o recolectores, por lo cual muchos ya están quedando sin empleo. Además, los que podrían ir a laborar, que lo hacen en motocicletas, no tienen combustible para sus desplazamientos.