Autor : María Angélica Molina Martínez

Testigos afirman que son continuos los robos, las riñas, las agresiones y las amenazas por parte de quienes habitan en la calle. Foto : John Jolmes Cardona / NUEVA CRÓNICA QUINDÍO
Comerciantes y visitantes se sienten acorralados. Policía está organizando una intervención en el barrio Santa Fe, que al parecer, es un punto crítico del microtráfico.
Personas en condición de calle, consumo de estupefacientes en zonas públicas e inseguridad atemorizan a la ciudadanía en zonas céntricas de Armenia, tales como los puentes de la calle 26, la calle 15 entre carreras 19 y 20, el sector del parque Valencia -detrás del colegio San José, la calle 12 detrás de la institución educativa Capuchinas.
Los testimonios
Diego Cortés Cardona aseguró que en la carrera 20 con calle 20 cada día se pueden ver más habitantes de calle consumiendo estupefacientes, lo que desestimula el comercio del sector.
“Es común ver riñas en varios momentos y respecto a la Policía, por aquí no se ve, uno los llama, pero a veces se demoran entre 10 y 15 minutos y mientras eso sucede, los delincuentes siguen cometiendo sus fechorías”.
Agregó que durante el mediodía los clientes han dejado sus vehículos parqueados en la zona y los ladrones han forzado las puertas para robar o que hay en el interior de los carros. “Los clientes van a hacer alguna compra y cuando vuelven se dan cuenta de que fueron robados”.
Cortés Cardona señaló que la frecuencia con la que suceden robos o enfrentamientos entre las personas en condición de calle es cada 10 días. “Hay personas que se paran en frente del establecimiento comercial en el que trabajo y se ponen a consumir, no solo habitantes de calle, sino también personas en moto lo hacen”.
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Señaló que después de las 6 p. m. que la inseguridad se incrementa significativamente, pues dijo que a esa hora los locales cierran y la ausencia de personas se presta para que los habitantes en condición de calle consuman sustancias sicoactivas, se enfrenten o roben.
“En las horas de la noche nos ha pasado que intentan abrir los almacenes para ingresar y robar lo que vendemos, tengo amigos de ferreterías y negocios que han sufrido los robos”, acotó.
Laura Cristina Ochoa Salazar, comerciante de la carrera 13 en la esquina de la calle 12, dijo que a partir de las 4 p. m. el sector se llena de habitantes en condición de calle que consumen e incluso se inyectan, por lo que tuvieron que adelantar su horario de salida, antes iba hasta las 8 p. m. y ahora se ven obligados a cerrar a las 6 p. m.
“En fines de semana como la zona se pone más sola aumenta la presencia de esta población y, aunque la Policía, a veces, los hace moverse ellos regresan”, agregó.
Afirmó que, en su establecimiento de comidas, los clientes y sus empleados han sufrido el maltrato verbal de las personas en condición de calle cuando no les dan comida o limosna. “Se han puesto muy agresivos, son insistentes e intimidantes, también se muestran exigentes porque les dan y reclaman porque quieren más”.
La ciudadana comentó que cuando estas personas se enojan porque no reciben lo que exigen, empiezan a hacerle comentarios xenófobos, ya que ella es venezolana.
“El otro día uno de mis vecinos tuvo un altercado con un habitante de calle y este al día siguiente le lanzó una bolsa con excremento al local, entonces definitivamente se ponen agresivos y groseros, además, los he visto con machetes y armas blancas, lo cual también me parece intimidante para todas las personas que frecuentamos este sector, porque no sabemos en qué momento puede estar bajo los efectos de alguna droga y atacar a cualquiera”, afirmó Ochoa Salazar.
Así mismo, Karly Molina contó que en la carrera 13, cerca del colegio Capuchinas a partir de las 9 p. m. se ven consumidores de alucinógenos, aparentemente, menores de 18 años, “se ven muy jóvenes para estar en las calles haciendo lo que hacen”.
Relató que en la recámara que queda al lado del local hace pocos días se metieron habitantes de calle a cortar y a robar el cableado. “Entonces uno siente miedo porque al parecer siempre portan elementos cortopunzantes”.
Señaló que el acto de ingresar a la recámara y robar cable lo iban a realizar nuevamente dichas personas, pero gracias a la valentía de su esposo no pudieron hacerlo. Adicionalmente, dijo que en ocasiones han llamado a la Policía, pero que la patrulla demora un largo tiempo en llegar, por lo cual les ha tocado enfrentarse a esta población.
Por otra parte, en el sector de la calle 16, entre carreras 20 y 21, la comerciante María Franco indicó que es una de las perjudicadas por el alto índice de personas en condición de calle. “Hemos perdido ya varios clientes por esta problemática, pues en este momento hay bastantes y crean esta apariencia de inseguridad en el sector. Nunca falta la persona que venga a pedir monedas, comida, que tenga un mal aspecto, que tenga olores muy fuertes y tampoco falta el que amenaza porque uno no le da lo que pide, entonces se volvió casi que obligatorio darles”.
Además, dijo que algunos de ellos hacen sus necesidades en las entradas de los establecimientos comerciales, causando mal olor y obligando a los comerciantes a limpiar. “Lo hacen cuando uno, a veces, les llama la Policía y ellos se desquitan de esa forma”, agregó.
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Las autoridades
La coronel Alba Patricia Lancheros Silva, comandante de la Policía Quindío, afirmó que el sector de consumo y porte de sustancias sicoactivas ya lo tienen localizado, además “durante las requisas que realizamos existe la posibilidad de encontrar los estupefacientes y a diario estamos realizando incautaciones y en articulación con la Fiscalía hacemos los respectivos allanamientos, captura de personas e incautación de diferentes elementos”.
“Ahora estamos organizando un trabajo en el barrio Santa Fe donde el tráfico de sustancias sicoactivas es fuerte, es uno de los sectores que más nos está generando inseguridad”, señaló la coronel.
Adicionalmente afirmó que están realizando un trabajo con las secretarías de Gobierno, Salud y Desarrollo Social para brindar atención a las personas que se encuentran allí y generar espacios de seguridad para los ciudadanos.
Resaltó que en ocasiones el trabajo no es evidente, pero que día a día se trabaja con capturas, incautaciones, requisas, entre otras acciones.
Además, indicó que hay un dispositivo de policías -hombres y mujeres- ubicado en el centro de la ciudad con presencia las 24 horas. “Estos policías son diferentes a los policías del modelo nacional que cumplen con un horario, además están para realizar el acompañamiento a los comerciantes y visitantes, a través de requisas a las personas y verificación de antecedentes. También venimos trabajando el tema de la prevención para orientar sobre cómo evitar el hurto”.
Así mismo, en un informe reciente, la secretaria de Desarrollo Social de Armenia, Jenny Gómez Betancourt, señaló que “a partir del 22 de marzo empezó a funcionar otra vez el Centro Integral de habitante de calle, estamos empezando el proceso de vinculación, no es fácil porque estamos controlando es que las personas habitantes de calle que lleguen al Centro Integral tengan un proceso de desintoxicación por parte de las Empresas Promotoras de Salud o las entidades competentes”.
Aseguró que han estado identificando y haciendo mitigación en sectores puntuales como parte del sector del terminal, el mirador de La Secreta, la calle 20, la plazoleta de La Quindianidad, el puente de la 26, y una parte del Berlín, entre otros.
Cifras de la Policía
Según la Policía Quindío, en el centro de Armenia, del 1 de enero al 26 de abril del presente año se realizaron 10 allanamientos, 9 más en comparación con cifras del año anterior.
Respecto a la ofensiva contra el tráfico, fabricación o porte de estupefacientes se realizaron 42 capturas, 7 más que el año pasado en el mismo periodo.