En los bajos de los puentes de la 26 converge una clandestinidad al aire libre que la mayoría conoce, pero que quienes tienen poder para intervenirla, nada han hecho hasta ahora.
Aunque inicialmente los alrededores de La Cejita —calle 26 de Armenia— estuvieron pensados por quienes planifican la ciudad como puntos de encuentro y de distracción, hoy son, para muchos ciudadanos, sinónimo de peligro.
El espacio fue ocupado por vendedores de elementos usados, que fueron reubicados allí por la misma alcaldía a principio de este año. Así mismo, los habitantes de calle se apoderaron de la zona bajo los puentes, pues allí duermen y consumen sustancias alucinógenas.
Javier Ramírez Mejía, secretario de gobierno de Armenia, dijo que para recuperar totalmente este sitio no es suficiente ni daría resultado una intervención policial o militar, “porque ya la experiencia ha demostrado que con el uso de la fuerza pueden sacar a estar personas por un día, pero al poco tiempo volverán al lugar y ese tipo de intervenciones se sabe cómo comienzan, pero se desconoce cómo podrían terminar”.
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