Opinión / SEPTIEMBRE 21 DE 2023

Asamblea constituyente

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Es demasiado lamentable, reconocer que las próximas elecciones, no van a servir para mejorar la vida del pueblo colombiano. El cambio que vamos a determinar el próximo 29 de octubre, es únicamente de personas, que no representan una solución para la transformación del Estado, que es lo que verdaderamente requerimos, para terminar con la corrupción que invadió todas las instituciones del país, oficiales y particulares, bajo la sombra del narcotráfico, que ha adquirido el poder, para determinar la gobernabilidad que ellos necesitan y seguir imponiendo su fortaleza criminal. Han conseguido el dominio en la mayoría de nuestro territorio, donde imponen su voluntad y se respaldan en sus propias fuerzas armadas. En todas las capitales tienen la delincuencia organizada para que invadan terrenos, produzcan incendios, trafiquen con la droga, atentando en contra la naturaleza, explotan la minería de manera ilegal, y este caos, tantas muertes de líderes sociales, hurtos, secuestros, violaciones, en fin, no tienen sanciones, porque tenemos una legislación equivocada, insegura y una justicia enredada con los derechos humanos.

Como podemos observar, esta horrorosa situación de nuestro estado, necesita mucha atención y cuidado, porque tenemos que salvar nuestra patria y acudiendo a la etiología social, vamos descubriendo cómo le llevamos el mejoramiento al país, partiendo desde ya, que debemos solicitarle al congreso, que convoque urgentemente una asamblea constituyente para cumplir el objetivo de crear un nuevo Estado.

Se necesitan reformas en la educación, para que su pénsum geste una persona ética, honesta, responsable, respetuosa, que ame su patria, cuide la naturaleza, acate las leyes y la justicia, cumpla estrictamente sus deberes y obligaciones, proteja a sus padres, a las mujeres, a los animales, la gente mas débil, enferma o necesitada; que no mienta y siempre diga la verdad, que rechace la maldad, requerimos una sociedad buena, solidaria y con espíritu patriótico.

Los cultores de la educación deben ser personas ejemplares, la buena educación crea familias honorables y estos grupos son células de la democracia y del Estado.

Es el camino para abolir la corrupción y es lo fundamental para realizar el cambio que tanto necesitamos.

Nuestro pueblo debe ejercer el poder, para formar una gran nación, porque somos los dueños de un territorio riquísimo en aguas, montañas, valles, selvas, energía solar y diversidad de vidas en nuestra naturaleza. Podemos asegurarnos una hermosa existencia, si nos comprometemos a trabajar fraternalmente, sin egoísmos, con solidaridad y ecuanimidad.

Otra reforma inmediata es la justicia, que parece haber caído en manos de las mafias, que se politizó y carece de autonomía, no tiene independencia, porque las otras ramas del poder; influyen en los nombramientos de la máxima jerarquía: Fiscalía, Procurador, Contralor, magistrados de las altas cortes; cargos de mucha dignidad, que los debe determinar su propia rama sin que haya injerencia del ejecutivo o del legislativo en tales designaciones, porque sus decisiones deben ser independientes.

Además, Colombia debe ser una república unitaria, pero descentralizada, con regiones autónomas, que garanticen en sus territorios a los habitantes: convivencia en paz y libertad. Es necesario el cambio, porque los departamentos son demasiados costosos; solo representan una burocracia innecesaria y costosa que impiden el progreso del país.

La Asamblea Nacional Constituyente, debe conformarse con auténticos líderes populares, que los podemos obtener en los actuales concejales y ediles del país, por delegación y no necesitamos elecciones, de esta manera conseguimos la voluntad de la auténtica democracia y garantizamos la integridad territorial del Estado.

Será prioritario la protección de las riquezas naturales y culturales de la nación. El respeto a los grupos étnicos. La inviolabilidad de los derechos humanos, la libertad de conciencia y cultos. El derecho al trabajo digno, solamente el delito prohíbe su libertad.


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