Las opiniones expresadas por los columnistas son de su total y absoluta responsabilidad personal, no compromete la línea editorial ni periodística de LA CRÓNICA S. A. S.
Has pensado que si utilizas tus propios criterios de búsqueda de pareja tal vez no te elegirías. Muchas veces construimos unos criterios de búsqueda de pareja que son demasiado exigentes o no concuerdan con la realidad y con las personas que se encuentran cerca o a las que tenemos acceso. Nos frustramos porque pensamos que no es fácil construir una relación, pero nunca nos damos cuenta de que nuestras exigencias van por encima de lo que nosotros mismos aportamos al proceso.
Para que una relación funcione es necesario que a veces la hagamos funcionar y queramos dar algo más de nosotros para que las cosas se den de la mejor forma. Para esto debemos cumplir un paso inicial que es conocernos a profundidad y entender cómo actuamos, cómo reaccionamos a una situación o cómo afrontamos las emociones en pareja.
Además de lo anterior debemos indagar nosotros mismos en los criterios de elección que tenemos, es decir: entender cómo nos gustaría que fuera esa persona, edad, físico, proyección, personalidad y luego ver qué tan ajustados estamos con nuestra búsqueda para comprender que es un proceso mutuo que puede ser alimentado desde las dos personas y donde nosotros tenemos la responsabilidad de ser cada vez mejores y aportar.
Veo personas en un proceso de búsqueda mucho más egoísta donde exigen que el otro sea casi perfecto en todos los aspectos, pero no da ni un porcentaje de esto, hay personas que quieren que su pareja sea muy atractiva cuando ellos mismos no lo son o no se preocupan por su físico, lo mismo pasa con personas que quieren que su pareja sea muy completa cuando ellos mismos no lo son y esto hace que se dé un desequilibrio en el mismo proceso de emparejamiento.
Ojo, no estoy hablando de calificarnos de bonitos y feos y no poder soñar o elegir alguien por pensar que es más lindo, no es la idea de este escrito ya que la misma calificación puede ser completamente subjetiva. Estoy tratando de argumentar que las exigencias personales deben ser correspondidas inicialmente por nosotros mismos y no exigirle al otro arbitrariamente algo que ni nosotros podemos dar.
Por esto una relación se construye desde un proceso de mejoramiento y tal vez de enamoramiento propio donde yo elijo amarme, cuidarme, aprender y mejorar cada día para amar a otro desde mi amor propio y autoestima.
Antes de exigir construyo una base de amor que me lleve a entender al otro de una manera distinta, no construyo criterios vacíos de búsqueda y comprendo que en esa búsqueda no necesito tanto, que eso puede ser más abierto de lo que pensaba y puede incluir incluso creencias que me lleven a comprender que esa relación se basa sobre todo en compartir momentos de vida con alguien para crecer juntos y disfrutar de la energía de amor mutuo.