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De acuerdo con la Constitución Política de Colombia, las funciones de un gobernador no van más allá que las de dirigir, coordinar y planificar la gestión administrativa del departamento, en ese contexto las debemos entender como las de un gestor y promotor del desarrollo integral de su territorio, en una especie de delegación presidencial, pues en la práctica los gobernadores no tienen territorio autónomo, por lo que se convierten en apoyo de los alcaldes para proyectos y programas de beneficio para la población. Quizás por eso, la Federación Nacional de Departamentos es muy poco lo que realmente puede hacer para mejorar las condiciones de vida en las regiones, así quedó demostrado en la cumbre de gobernadores que se adelantó en tierras quindianas, la cual mostró como anfitrión al gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, quien se estrenó así en la presidencia de la FND. Veamos, la procuradora Margarita Cabello Blanco reiteró su descontento con la forma en que el presidente Gustavo Petro está manejando su programa de Paz Total, además, hizo algunos anuncios que por su contenido resultaron obviedades, como el alertar sobre la difícil situación de orden público en algunos departamentos, donde, según ella, será muy complicado adelantar elecciones en octubre, hizo también un llamado a 6 alcaldes del departamento del Tolima, para que estén atentos y apliquen sus planes de contingencia frente al volcán Machín, que viene mostrando una dinámica creciente, eso es algo demasiado obvio. El registrador nacional, Alexander Vega, se sumó al llamado que hizo el presidente de la FND, Roberto Jaramillo, y la procuradora en el sentido de que se realice una cumbre de orden público nacional, hasta ahí nada novedoso; para destacar eso sí el documento de 5 puntos, suscrito por los gobernadores, donde muestran su preocupación ante el acelerado aumento de la perturbación del orden público en Colombia, rechazan todo tipo de violencia, respaldan el accionar de las fuerzas armadas para frenar a los actores violentos, advierten al gobierno central que, mientras siga desconociendo a las autoridades territoriales en el componente de la política de la Paz Total, se reducen las posibilidades de éxito; piden también una verificación y medición del impacto del cese el fuego, y ratifican la decisión de contribuir para la consolidación de los procesos de negociación y diálogo en la política de la paz. Pero no profundizaron en dos temas fundamentales: descentralización administrativa y autonomía territorial, en el entendido que esta tiene relación con el crecimiento económico; mientras que la descentralización hace referencia a la contradicción emanada desde el Gobierno nacional, pues cada día son más las funciones delegadas a los departamentos y menos los recursos transferidos, lo que claramente reduce la gobernabilidad de los mandatarios departamentales, además de la poca atención que Gustavo Petro, les presta a alcaldes y gobernadores, pues en lo que lleva de mandato no ha tendido puentes de comunicación eficientes con las regiones; curiosamente aquí hizo anuncios de obras, como la ampliación de la pista del aeropuerto El Edén y el teleférico Salento-Filandia. Los gobernadores hablaron fuerte y claro, que los escuche y atienda Petro es otra cosa.