Opinión / ABRIL 01 DE 2023

La presencia

Las opiniones expresadas por los columnistas son de su total y absoluta responsabilidad personal, no compromete la línea editorial ni periodística de LA CRÓNICA S. A. S.

No esperaba escribir sobre este tema. Pero eso pasa cuando se escribe, las palabras se unen y una a una trazan el camino. Esta vez a un pensamiento que aún ondulaba mi mente… 
 

El martes 28 de marzo en las horas de la tarde me comentaron que había una chica parada en el puente del complejo vial La Cejita –Armenia-, al parecer con la intención de lanzarse. Cuando me hablaron sobre esto me dijeron que casi nadie se había dado por enterado de ello; sin embargo, la persona que me comentó sobre esto regresó a buscar un policía para informarle de lo que parecía estar ocurriendo... 

¿Cuánto valor? ¿Cuánto vacío? ¿Cuánta soledad? 

Las respuestas cambian y solo habitan en quien vive la experiencia… tomar la decisión de terminar con la vida de alguien, con la propia vida parecería no ser una idea fortuita. 

No sé si efectivamente esta chica sí esperaba lanzarse y apagar su luz. Sí sé que he estado pensando mucho en ello, en la importancia de una palabra a tiempo, de un abrazo cerca, de un permanecer –estar- en silencio. 

Años atrás un amigo me comentó que alguien le llamó buscando conversar con él. Mi amigo pensando en sus ocupaciones inmediatas le dijo que solo podía reunirse hasta el día siguiente. Me dijo mi amigo que intempestivamente recibió una llamada donde le comunicaban que su amigo se había suicidado. Desde entonces cada vez que alguien le decía que necesitaba hablar con él, siempre estaba disponible. 

La presencia nos permite conectar con las personas. ¡Estar ahí! ¡Estar aquí! Hace la diferencia. La presencia es bienvenida en momentos de alegría, tristeza, reflexión; la presencia ofrece un espacio, una palabra, un silencio; que llena, que reconforta, que alienta. La palabra presencia hace referencia a “la circunstancia de existir alguien o algo en determinado lugar”. Muchas veces saber que existe alguien cerca que nos respalde, que nos apoye, que nos escuche, que acompañe en el silencio, que se interese por nuestro porvenir de manera transparente, sincera; cambia la percepción inmediata que se tiene. La presencia puede ser física, digital, emocional, intelectual y se transmite a partir del deseo de compartirse con alguien más, de compartir una relación orgánica con características sensibles. 

Hay quienes dicen que a veces se tiende a hiperracionalizar la calidad del vínculo, imagino que lo dicen porque a mi modo de ver la calidad del vínculo no se debería racionalizar, se debería sentir con calidad y franqueza, lejos de la conveniencia. La calidad del vínculo se establece a partir de la actitud que asumimos al estar. En los equipos de alto rendimiento la actitud positiva se caracteriza por un carácter optimista, la confianza en sí mismo, la responsabilidad -de su suerte-, el espíritu emprendedor, la serenidad, el coraje, la disposición al trabajo en equipo. 

De poco sirve el saber, el conocimiento… si no se multiplica por una actitud positiva. 

Hoy la invitación es a sentir la calidad del vínculo con calidad y franqueza. La invitación es a mejorar nuestra actitud al estar aquí, ahora. La invitación es a ser presencia, a existir en mente, cuerpo y alma para mí, para otro. Te invitamos a conferir conocimiento vivo, a compartir esta columna. 

Agradecimientos a Alex Rovira, Justo Villafañe, Charles Peirce, Oswaldo Lucena, Nicolás Uribe Aristizábal, Universidad Extremadura. Por: Isabel Cristina Alzate Botero. Gestora Cultural. 
 


COMENTA ESTE ARTÍCULO

En cronicadelquindio.com está permitido opinar, criticar, discutir, controvertir, disentir, etc. Lo que no está permitido es insultar o escribir palabras ofensivas o soeces, si lo hace, su comentario será rechazado por el sistema o será eliminado por el administrador.

copy
© todos los derechos reservados
Powered by:Rhiss.net