Autor : Redacción deportes
El juego de este sábado se iniciará a las 4:05 p. m. en el estadio Centenario de Armenia.
La escuadra ya tiene su tiquete a las semifinales; pero las diferencias con Hernando Ángel pone en duda la presencia de algunas figuras, entre ellas el capitán Jesús Figueroa.
Ante el evidente bajón del Deportes Quindío en la recta final de la primera fase del Torneo de la Primera B, no se han hecho esperar versiones relacionadas con el inconformismo de algunos de los jugadores por temas económicos, lo que los habría llevado a quitar el pie del acelerador. Los milagrosos ya están clasificados a los cuadrangulares semifinales, pero está en duda si van a pelear en esas instancias.
Ningún jugador ha declarado al respecto, pero dado que varios finalizan su contrato con el club el 31 de diciembre, entre ellos el capitán Jesús Figueroa, todo apunta a que, al no llegar a un acuerdo con el presidente del equipo, Hernando Ángel Montaño, no estarían más en la nómina.
Se repite la historia: el onceno ya ha vivido capítulos idénticos, y ahora que está cerca del soñado ascenso, comienza de nuevo la pesadilla. Ángel paga sueldos bajos, eso es de conocimiento de los deportistas, que, además, a la hora de sentarse a negociar, lo han demostrado los hechos, siempre llevan las de perder. Quienes están en los procesos de Ángel o tienen en sus planes llegar al Quindío tienen que tener esto en claro, pues si dicen sí a todo a la hora de firmar, pero reculan ante el asomo del más mínimo éxito, el final siempre va a ser el mismo, y la que más sufre es la parcial del campeón del 56.
Pero ¿por qué tiene que terminar pagando los platos rotos la afición? Lo ideal es que los jugadores hubiesen concluido con todas las energías la contienda para la que fueron contratados, y no que se bajaran del barco en el justo momento en el que más lo necesitan los que viven y sueñan con esta institución.
Desde la perspectiva de lo económico, son respetables ambas posiciones, pero no deja de ser censurable desde la deportiva, pues los seguidores de la institución siempre esperan que quienes los representan lo entreguen todo hasta el final, como lo han hecho quienes se convirtieron en ídolos de la institución al defenderla con honor, dejándolo todo en la cancha, olvidando todo lo que sucede afuera.
Parte del gremio periodístico se ha aventurado a afirmar que por la actual coyuntura el grupo no ascenderá, pero solo depende de quienes defienden la casaca con la ve en el pecho que la historia esta vez sea diferente. En cuanto a las finanzas del equipo, todo indica que están resguardas por un ángel más ágil, seguro, que el mismísimo Julio César Asciolo.
