Autor : Alberto Gómez Mejía

Foto : Fotografías de Alejandro Grajales Birding & Herping
Colaboración exclusiva del Jardín Botánico del quindío.
En 1760 el zoólogo francés Mathurin Jacques Brisson publicó el género Icterus, palabra que derivó del griego ικτερός, íkteros, ‘amarillo’, al parecer por referencia al oriol dorado, también llamado oropéndola, un ave europea, que lleva este nombre por su intenso color amarillo, y además su etimología viene del francés oriol, del provenzal antiguo auriol, del latín medieval oryolus, oriolus, del latín aureolus, que todo significa ‘dorado’. Para que no quede ninguna duda de su color. El género comprende 33 especies.
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Buen tiempo después, en 1825, el científico irlandés Nicolás Aylward Vigors, utilizando esta misma raíz griega, describió la familia Icteridae, y obviamente incluyó allí a Icterus y a otros 30 géneros adicionales. Pero a diferencia de aquel, no todas las aves de la familia son amarillas. Según las referencias, la descripción la hizo Vigors en el documento Observaciones sobre las afinidades naturales que conectan los órdenes y familias de aves, leído en la Sociedad Linneana el 3 de diciembre de 1823 y publicado en las ‘Transacciones’ de la referida sociedad, en el volumen XIV, III parte; sin embargo, no se encontró allí mención de la familia, pero sí, en dos oportunidades, del género mencionado.
Tanto las especies de Icterus como todas las aves de Icteridae son exclusivas de América.
Como integrante de este género y como parte de esta familia está el turpial amarillo, publicado en 1844 por el cirujano, botánico y naturalista de origen francés René Primevère Lesson. Aunque lo denominó originalmente como Xanthornus chrysater, cuyo género lo formó de la palabra griega ξανθος, xanthos, que es ‘amarillo’ y ὄρνις, órnis, ‘pájaro’, pero cambió luego a Icterus chrysater, que en palabras diferentes viene a significar casi lo mismo. El epíteto específico chrysater, compuesto del griego χρυσός, chrysós, ‘oro’ y del latín ater, que es ‘negro’, es una clara descripción de la coloración de su plumaje. En inglés se llama Yellow-backed Oriole, que traduce ‘oriol de dorso amarillo’.
Se han descrito cuatro subespecies: Icterus chrysater chrysater, I.c. giraudii, I.c. hondae e I.c. mayensis.
Se da desde la provincia de Yucatán en México, en casi todo Centroamérica, y llega hasta la mayoría de las regiones de Colombia, al occidente de Venezuela y al norte de Ecuador. Habita en terrenos con vegetación natural y aún en plantaciones de plátano y de café con sombrío, desde la orilla del mar hasta los 2.800 metros de altitud.
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Como lo dicen en lenguaje lírico los ‘Bioexploradores’, el colectivo de jóvenes de la Reserva Forestal Protectora Regional Farallones del Citará, “el turpial montañero pareciera tener un canto distinto en cada vereda”, por su repertorio de sonidos y la plasticidad y variedad vocal. Lo triste es que sus poblaciones están disminuyendo.