LA CRÓNICA rinde un pequeño homenaje a esos progenitores que, contra viento y marea, buscan el sustento de sus hijos.
Padre no es solo el que engendra hijos, sino el que además está ahí para acompañarlos, guiarlos y ayudarlos durante su proceso de crecimiento. El buen padre trabaja para que, en la medida de sus posibilidades, sus niños, incluso cuando son mayores, tengan lo mejor. También es amigo, confidente y consejero, se preocupa por los problemas de sus descendientes y se alegra por sus logros. El buen padre siempre está ahí, en las buenas para festejar con su familia y en las malas para hacer que los días sean mejores. El buen padre cuida y advierte a sus hijos de los peligros. Lo mejor de todo es que siempre tiene una sonrisa dibujada en su rostro, aunque el cansancio del trabajo trate de opacarla.
Hoy, LA CRÓNICA rinde un pequeño, pero sentido homenaje, a aquellos progenitores que, contra viento y marea, trabajan a diario y en lo que les toque para que a sus hijos no les falte nada. En las fotos, solo una muestra de muchos ejemplos que hay en Quindío. ¡Feliz día del Padre!
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