Ahora que el gobierno nacional flexibilizó la cuarentena, las calles de Armenia volvieron a ser copadas por cientos de vendedores ambulantes que, ante la falta de oportunidades laborales, tratan de rebuscarse la vida. Muchos aseguran que ahora se ven muchas más carretas y puestos callejeros, porque a los rebuscadores locales se les unió un numeroso grupo de venezolanos que también andan en esa batalla por la supervivencia, aún con el riesgo de la COVID-19.