La prudencia aplica en cualquier acción que se realice, pero más al conducir automotores.
Muchos motociclistas de Armenia aprovechan la poca presencia de los guardas de tránsito para andar por las calles de la ciudad como si las normas viales no existieran. Se pasan por los separadores de un carril a otro, no acatan los semáforos en rojo, adelantan indebidamente a los otros vehículos, llevan sobrecarga, usan el casco mal, entre otras irregularidades, comportamientos indebidos que muchas veces terminan con consecuencias mortales.
Según el Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, con base en los datos suministrados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en el año 2020 murieron 5.458 personas en accidentes de tránsito en Colombia, de las cuales el 53.2% correspondió a motociclistas. De este porcentaje, el 33 % murió por traumas craneoencefálicos debido al mal uso del casco. Pero no es la motocicleta la culpable, sino la mala utilización que le dan quienes las conducen.
LA CRÓNICA captó con su lente algunas de esas imprudencias que a diario cometen los motociclistas en la capital del Quindío y, de paso, hace un llamado a estos ciudadanos para que tomen conciencia de la importancia de acatar los normas viales para evitar accidentes y para que cuiden su propia vida y la de los demás. Solo un poco de sentido común al conducir.
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