Autor : Diego Fernando Tellez
El ciudadano se convirtió en la tercera víctima fatal del ataque sicarial ocurrido el 2 de junio en el departamento de Putumayo.
En un centro asistencial de Neiva, Huila, falleció Merardo Castrillón Obando quien había resultado herido en medio de un ataque armado en el que perdieron la vida dos de sus amigos.
El atentado se presentó el pasado 2 de junio en horas de la noche cuando los tres ciudadanos regresaban hacia la ciudad de Armenia luego de haber asistido a una válida de motovelocidad que se desarrolló ese mismo día en el municipio de Puerto Asís, Putumayo.
Cuando se desplazaban por la vía entre Villagarzón y Mocoa, en el sector conocido como Caliyaco, la camioneta en la que se movilizaban fue alcanzada por varios sujetos en motos que les dispararon en repetidas ocasiones.
En el lugar de los hechos fallecieron Andrés Felipe Nieto y Brayan Stiven Escobar Prado, mientras que Castrillón Obando si bien fue alcanzado por una bala, en ese momento sobrevivió y aparentemente su afectación no era de mayor gravedad, sin embargo, su condición se fue complicando y por eso fue llevado hacia la capital huilense para una atención especializada.
Infortunadamente, los daños en su organismo fueron irreversibles y 13 días después de resultar lesionado pereció pese al esfuerzo de los médicos que lo atendían.
Sobre los motivos que originaron el brutal ataque las autoridades hasta el momento no han entregado mayor información, pero de acuerdo con las primeras hipótesis, la intención de los agresores era acabar con las vidas de Nieto Ríos y Escobar Prado y lamentablemente Merardo se encontraba en ese momento con ellos.
Castrillón Obando era un amante de las motos y de la velocidad, por eso había emprendido ese viaje en el que resultó afectado y que finalmente lo llevó a la muerte.
En la capital quindiana tenía muchos amigos por el tema de las motos, automotores que además de comercializar también se dedicaba a hacer trámites relacionados con los mismos como traspasos y demás, pero además porque se mantenía en el sector del parque Sucre donde le ayudaba a su hermano con una ventanilla que tiene allí.
Quienes lo conocieron y tuvieron la oportunidad de compartir con él lo recuerdan como un hombre amable, amigable, trabajador, que con todo mundo se la llevaba bien.
