Autor : Alberto Gómez Mejía / Colaboración especial del Jardín Botánico del Quindío para NUEVA CRÓNICA QUINDÍO.
Foto : fotografías alejandro grajales birding &herping
En Astronomía, se presenta el solsticio cuando el sol se encuentra más próximo o más alejado de uno de los hemisferios de la tierra. Esta palabra tiene una extraña etimología toda vez que viene del latín solstitium, conformado por sol, ‘sol’, y el verbo sistere, que significa ‘estar parado, detenerse’, es decir ‘cuando el sol se detiene’. Pero el sol nunca lo hace: tiene un movimiento permanente de giro sobre su propio eje y hace una rotación sobre el centro de la galaxia a una velocidad de 83.700 kilómetros por hora, por lo cual tarda 250 millones de años para dar la vuelta completa. No se detuvo el sol tampoco cuando Josué se lo ordenó según la historia bíblica (Josué 10: 12-13); en este caso, para que el día durara más debió detenerse el planeta Tierra, que al parecer tampoco lo hizo.
El solsticio en el hemisferio norte sucede del 21 al 22 de diciembre, fecha en la que comienza el invierno boreal y los días son más cortos y más largas las noches. En ese momento es cuando los pájaros atrapamoscas cuidapuentes que habitan en la parte baja de Norteamérica se desplazan más hacia el sur en búsqueda de un clima benigno. Esta ave ocurre precisamente desde el suroccidente de Norteamérica hasta Suramérica, pasando por Centroamérica y por la región andina de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, para terminar en el noroccidente de Argentina, desde el nivel del mar hasta los 3.000 metros de altura.
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Fue descrita como Tyrannula nigricans por el ornitólogo inglés William John Swainson, en el trabajo titulado ‘Sinopsis de las aves descubiertas en México por W. Bullock, F.L.S. y H.S., y Mr. William Bullock, hijo’ publicado en 1827 en la Revista Filosófica o Anales de Química, Matemáticas, Astronomía, Historia Natural y Ciencias en General. El vocablo Tyrannula fue derivado del griego τύραννος, týrannos, que traduce ‘reyezuelo’; a su turno, el epíteto latino nigricans significa ‘que se ennegrece’. Posteriormente, el naturalista francés Charles Lucien Bonaparte reclasificó el ave dentro del género Sayornis en su trabajo ‘Notas sobre las colecciones traídas en 1853, por M. A. Delattre, de su viaje a California y Nicaragua’, publicado en el Informe de las Sesiones de la Academia de Ciencias. La palabra Sayornis la compuso del apellido Say, en homenaje a Thomas Say, uno de los más célebres entomólogos de los Estados Unidos; y de la dicción ornis, que viene del griego ὄρνις, ornis, que significa ‘pájaro’.
En inglés se denomina Black Phoebe, que traduce ‘Febe negra’. Febe era como se llamaba en la mitología griega a la diosa Diana, que era también la Luna.
Han identificado seis subespecies. La que es observable en el Quindío es Sayornis nigricans angustirostris, descrita en 1896 por los ornitólogos europeos Hans Hermann Carl Ludwig von Berlepsch y Jean Stanislaus Stolzmann.
Dentro de avifauna hace parte de la familia Tyrannidae, que agrupa cerca de 100 géneros y 400 especies de aves, todas de América, publicada en 1825 por el zoólogo irlandés Nicholas Aylward Vigors.
Se encuentra habitualmente en espacios naturales, especialmente acuáticos. Por ello se le observa a menudo en los puentes. Utiliza el agua para revolverla con barro para construir su nido.
