El impuesto predial es el segundo tributo más importante del municipio, indispensable para el funcionamiento de la administración, para el desarrollo de la ciudad y para la inversión social.
Por más que el secretario de Hacienda, con razón o sin ella, se empeñe en asegurar que gran parte del descontento de los contribuyentes con la liquidación del impuesto predial 2024 de Armenia se origina en una disposición de Gobierno nacional, el llamado que le hacemos la ciudadanía es que si siente que hay un aumento desproporcionado en el avalúo y en la tarifa que tiene que pagar, el mejor camino es ir a la Tesorería, ubicada en el primer piso el Centro Administrativo Municipal, CAM, y pedir una revisión del caso. Nada se pierde y, por el contrario, podría correr con la suerte de obtener una segunda opinión del avalúo.
El descontento ciudadano se origina en situaciones que rayan en lo irracional, este medio conoció incrementos de 1.800, 2.000 e, incluso, 12.000 por ciento, en comparación con la tarifa pagada en el 2023.
Si bien, el Gobierno nacional está castigando los llamados lotes de “engorde”, aquellos que, siendo urbanizables, son dejados quietos para que se valoricen con el tiempo; muchos de los afectados tienen pequeños cultivos de café, es decir, no se está hablando en todos los casos de predios improductivos.
Llama la atención, además, la situación de algunos habitantes de los límites entre la zona urbana y la rural, como el caso de la vereda San Juan, que no tienen acceso a servicios públicos básicos, pero están afrontando cambios considerables en el avalúo de sus propiedades. “El agua que recibimos es entregada por el Comité Departamental de Cafeteros -no es apta para el consumo-, no tenemos alumbrado público, ni servicio de alcantarillado, pero el avalúo que estaba en $362 millones, pasó a más de $3.000 millones”, declaró una de las personas afectadas de la zona.
Es claro que el impuesto predial es el segundo tributo más importante del municipio, indispensable para el funcionamiento de la administración, para el desarrollo de la ciudad y para la inversión social; sin embargo, mientras la gente se sienta insatisfecha con las explicaciones sobre los cambios en el avalúo, entonces muchos optarán por esperar o tardarán en tanto consiguen el monto correspondiente, lo que, en últimas, impactará en la ciudad.
Quizás sea conveniente que la administración municipal implemente una campaña de comunicación social para aclararles la situación a los contribuyentes, disminuir la incertidumbre y así promover el pago. Históricamente los armenios han sido muy cumplidos, siempre tratando de aprovechar el descuento por el pronto pago, pero estos cambios resultan atípicos y están haciendo mella en la confianza que, de por sí, siempre ha sido frágil con respecto a los dineros de los impuestos.
Dijo el secretario de Hacienda que desde el municipio se “están buscando soluciones para mitigar esos impactos negativos”, es necesario, encontrarlas pronto.
