Falta de atención en salud mental influye en la alta prevalencia de consumo de drogas en estudiantes

Autor : María Angélica Molina Martínez

Algunos de los factores que inciden en que el Quindío tenga la tasa más alta de consumo de bazuco, estimulantes y tranquilizantes sin fórmula entre estudiantes, según el ‘Estudio Nacional de consumo de sustancias psicoactivas en población escolar 2022’, tienen que ver con la falta de atención en salud mental, negligencia de los padres, presencia de vendedores de drogas en entornos educativos y falta de autoridad. 

Esto se conoció luego de indagar con diferentes fuentes las posibles razones por las cuales los estudiantes del departamento están acercándose al consumo de sustancias psicoactivas desde tempranas edades. 

Razones de consumo en estudiantes

Liliana Bustamante Rave, orientadora de la institución educativa Bosques de Pinares, aseguró que aparte de los jóvenes entre 12 y 18 años, existe un grupo de niños menores de 12 años que es susceptible a consumir desde la temprana edad. “En eso tiene bastante influencia el entorno, ya que desafortunadamente sí hay padres muy corresponsables, pero también hay otros que son muy negligentes en el proceso y desde allí se crea una barrera marcada frente a los procesos de prevención y atención por parte de los entornos escolares”.

Otro factor que incide es la falta de atención a la salud emocional, situación que, de acuerdo con Bustamante Rave, convierte a los adolescentes en personas altamente susceptibles a probar sustancias con el fin de distraerse.

“Otra circunstancia que incide es la curiosidad, en estas edades las personas son curiosas y sienten deseo por conocer al punto de que no miden las complicaciones que esto puede traer”, agregó. 

Por otro lado, el aprendizaje social es otro motivo por el cual los adolescentes llegan a esta situación. “Un ejemplo de ello es el normalizar la conducta de fumar cigarrillo o consumir sustancias en casa por parte de algunos familiares, porque realmente la mayoría de casos se presentan en entornos donde los niños tienen familiares o personas cercanas que ya son consumidoras”. 

A lo anterior, se le suma que el consumo en jóvenes entre los 12 y 18 años se da por variables que no pueden ser controladas por las instituciones educativas, una de ellas es la presencia de vendedores de droga en los sectores aledaños a los establecimientos que enganchan a los estudiantes para convertirlos en consumidores. 

La psicóloga Ángela María Gómez Marín, directora de la fundación Construyéndonos, enfocada en atención a la salud mental, concordó con la orientadora y expresó que la poca importancia que se le da a la salud mental en el departamento es una de las razones por las que las cifras de consumo son tan alarmantes, ya que ninguna administración o entidad se ha preocupado en trabajar por crear una red de apoyo realmente funcional. 

Además, otro de los factores que inciden es que no se busca una articulación para atender a las personas que necesitan ser escuchadas, resultado de esta indiferencia no existe una línea de crisis con la que cuentan otras ciudades. Sin embargo, gracias a la atención que brinda la fundación mediante su propia línea (606) 7359950 más de 1.000 personas han sido escuchadas y puestas en activación de ruta con éxito para resolver sus dificultades. 

Por su parte, el alcalde de Armenia, José Manuel Ríos Morales, manifestó que en articulación con los cuadrantes de cada institución tienen un Plan Padrino para atender las situaciones que se presentan en los establecimientos educativos. “Hemos invertido casi $9.400 millones en seguridad, tanto cámaras como motos, otros vehículos, en marcadoras, pero no tengo el suficiente personal, ya que tenemos un déficit de 250 agentes que fueron prometidos hace más de un año y nunca llegaron”. 

El Quindío es epicentro

El Quindío es un departamento por el cual se movilizan toda la economía del país, incluyendo los estupefacientes. Ríos Morales aseguró: “Estamos en un sitio de tránsito donde llega una gran cantidad de drogas que son producidas en el resto del país y eso está relacionado con la facilidad que existe para conseguirlas, por esta razón debemos ser más contundentes y ampliar el nivel de cobertura”. 

Repercusiones del consumo 

El médico y gerente de Redsalud, José Antonio Correa López, expresó que son varias las repercusiones en la salud que se pueden tener tras consumir sustancias psicoactivas. “Se pueden generar situaciones de ámbito cutáneo, infecciones cuando se utilizan inyectables, lesiones renales, afecciones cardíacas, o incluso la muerte en los casos de sobredosis”. 

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¿Qué se debe hacer?

La orientadora desde su experiencia trabajando con estudiantes, indicó que la solución para poder atacar la problemática es hacer labores arduas de prevención en los entornos. “Pero además hay que hacer un trabajo respecto a la responsabilidad parental, ya que los niños frágiles o vulnerados necesitan figuras paternas presentes para resolver aquello que los aqueja”. 

Reforzar los programas de la alcaldía sobre cultura, deporte o arte, ya que estos son modelos de prevención que ayudan a distraer a los estudiantes en actividades productivas en las horas fuera de clase. 

En la actualidad se tiene un marco de prevención que comprende el Proyecto Educativo Institucional, PEI, este se apoya en la política de consumo de sustancias psicoactivas, contiene rutas de atención a salud mental y ruta para personas que consumen SPA. 

Adicionalmente, se realizan actividades preventivas de consumo, direcciones de grupo, se trabaja con escuelas de padres sobre la importancia de la prevención y se enseña sobre cuáles son las pautas a seguir si se evidencia que los niños están teniendo cercanía a los estupefacientes.

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Prevención del consumo de SPA 

Desde la secretaría de Educación municipal, en cabeza de Paula Andrea Huertas Arcila, cuentan con estrategias de las que hacen parte actores públicos y privados para la prevención del consumo de SPA. “Son varios programas para la prevención del consumo de sustancias y adicionalmente de la salud mental”.

Además, dentro de los programas también tienen como enfoque enseñar sobre las repercusiones que puede traer el consumo de estupefacientes. “Muchos jóvenes prueban por conocer, entonces la idea es mostrar que el consumo puede generar una dependencia que puede permanecer para toda la vida”. 

Agregó que la corresponsabilidad de los menores de edad es entre el Estado, la familia y la sociedad. “Nosotros desde el Estado generamos los programas preventivos, pero también necesitamos que nuestros papás y cuidadores sean muchísimo más comprometidos en revisar qué hacen los niños con su tiempo libre”. }

ruta de atención

La ruta que se activa desde las instituciones educativas es la siguiente: 

- La primera ruta es pedagógica, que se refiere al trabajo con el estudiante desde la educación escolar.

- La segunda ruta es de salud, pues el estudiante se remite a la EPS para llevar a cabo los respectivos exámenes médicos.

- La tercera ruta se activa cuando se presenta una situación de tipo III, es decir, cuando se evidencian situaciones de expendio de estupefacientes, allí se realiza un trabajo con la Policía de Infancia y Adolescencia.