Autor : Daniel Alejandro Restrepo Tabares
En un comienzo Lehder Rivas contó con la anuencia de gran parte de la sociedad quindiana, incluidos connotados periodistas.
Lehder Rivas hoy disfruta en Alemania de la libertad. Fue extraditado a una cárcel del país del norte por haber traficado con drogas y allí pasó la mayor parte de su vida.
Del ciudadano colomboalemán Carlos Lehder Rivas quizá ya se haya escrito todo lo necesario para contar la influencia que tuvo en los años 80 dentro del narcotráfico en el país, también su caída luego del imperio que logró formar con el Cartel de Medellín junto con Pablo Escobar Gaviria, de quien se dice fue uno de los encargados de traicionarlo y provocar su extradición y encierro en Estados Unidos, país al que fue enviado en 1987 y en el que permaneció hasta 2020, cuando viajó a Alemania, país del que emigró su padre, Joseph Willhelm Lehder, en 1928.
A la hora de consultar a algunos allegados de Lehder Rivas en Armenia para conocer qué ha sido de la vida del exnarco y conocer aspectos sobre su vida e influencia en la ciudad, ninguna persona quiso manifestar palabra alguna. Algunos le expresaron a NUEVA CRÓNICA QUINDÍO que de Ledher ya se ha dicho lo suficiente y que es tiempo que lo dejen disfrutar su vida en libertad.
Otras personas, como Mónica Lehder, aseguró que su padre se encuentra bien y que es poco lo que puede comentar debido a que las declaraciones del mismo Carlos a los medios de comunicación han sido nulas. “Él está organizando algunas cosas, entonces hasta el momento sus pronunciamientos han sido mínimos, pero está muy bien trabajando en su proyecto personal”, comentó Mónica Lehder.
Solo tuvo un diálogo, hace algunos meses, con Julio Sánchez Cristo en el programa matutino de La W Radio, donde Lehder mencionó que se encuentra rehabilitado y que a sus 73 años vino a conocer un teléfono celular.
Lehder Rivas le dijo a Sánchez Cristo que entendía su interés en hablar y que lo conocerá en un futuro, cuando termine sus compromisos con la empresa Rakontur, “empresa muy famosa que trabaja con Netflix, Metro-Goldwyn-Mayer y HBO. Cuando termine mis compromisos ya tendré tiempo para retornar al diálogo con mis compatriotas”, dijo Lehder, antes de finalizar la llamada.
La compañía que mencionó Lehder, quien construyera la otrora opulenta Posada Alemana, trabaja en una serie, denominada Los últimos vaqueros de la cocaína, para la cual fue entrevistado.
Su historia
Carlos Lehder Rivas nació en 1949 en Armenia. Su padre fue Joseph Willhelm Lehder, un ingeniero alemán que emigró a Colombia en la década de 1920 para estabelcer un negocio de construcción y conoció a la que fuera la madre del exnarco Helena Rivas. Carlos era el menor de 3 hombres y una mujer. Sus padres se divorciaron cuando tenía 4 años. Tras pasar por varios internados, a los 15 años se fue a vivir a Estados Unidos.
Cuenta la historia que en 1974 ya se dedicaba al tráfico de marihuana y por eso terminó preso en la cárcel de Danbury, Connecticut, Estados Unidos. Al año siguiente, al salir de la cárcel, empezó a llevar cocaína al país norteamericano. También se conoce que en 1978 compró el islote Cayo Norman en las Islas Bahamas desde donde dirigió la distribución de cocaína hacia los Estados Unidos.
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Uno de los capítulos más sonados de su historia en el Quindío, por el que muchas personas lo recuerdan en el departamento, y por el que paradójicamente existen en redes sociales páginas de fans del exnarco, fue la incursión en la política local a través del Movimiento Cívico Latino Nacional con el que logró llenar la plaza Bolívar de Armenia y con el que logró tener 2 diputados y el mismo número de concejales.
También hay que mencionar la construcción de la Posada Alemana, ícono del turismo de la época y por el que se le atribuye a Lehder Rivas ser uno de los pioneros de esta industria en el departamento. Como dato curioso, La Posada Alemana fue un lujoso complejo hotelero con discoteca, rodeado de excentricidades, entre ellas una estatua del célebre integrante de los Beatles, John Lennon, hecha por el escultor Rodrigo Arenas Betancur.
Finalmente, y luego de huir por varios años de las autoridades, fue capturado en 1987, en Antioquia. El resto ya es historia.
El conflicto socioambiental
Fruto de las excentricidades de Lehder en el departamento del Quindío fue la hacienda Pisamal, en el municipio de La Tebaida, hacia los años 70. Allí tuvo animales exóticos, entre ellos, boas constrictor que hoy se han convertido en un problema ambiental, dado que esta especie no es endémica del departamento.
La hacienda Pisamal también estuvo en manos del narcotraficante Ramón Matta Ballesteros, en los 80 y, tras la captura de ambos, los bienes que tenían en el Quindío pasaron a la entonces denominada Unidad de Extinción de Dominio hoy Sociedad de Activos Especiales.
Al terminar abandonada, los animales que estaban en la hacienda quedaron a la deriva y empezaron a reproducirse en La Tebaida, generando conflictos socioambientales con las comunidades aledañas. lo que ha llevado a la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ, a diseñar junto con la Universidad del Quindío un plan de manejo para esta especie desde hace 2 años cuando se detectó la infestación de boas en la localidad.
En los últimos meses la autoridad ambiental ha recuperado más de 52 individuos de este ejemplar que, aunque no es endémica de la zona, se asilvestró y acostumbró a vivir en los ecosistemas del Quindío.
