Autor : Nathalia Baena Giraldo/ Especial para Nueva Crónica del Quindío
Se instalarán 432 paneles solares que producirán hasta 300.266 kilovatios horas al año, lo cual representa una disminución de 141.117 kg de CO2 al año.
Una de las acciones para mitigar el impacto del cambio climático es la transición a energías renovables. Recientemente, la Universidad del Quindío y EDEQ firmaron un convenio para la implementación de un sistema solar fotovoltaico en la cubierta del bloque de Ciencias Básicas –el cual estará listo en los próximos dos meses– con el fin de contribuir a la reducción de la huella de carbono y mejorar el medio ambiente.
Luis Fernando Polanía Obando, rector de la Universidad del Quindío, aseguró que con este sistema “le estamos dando cumplimiento a nuestro Plan de Gestión «Uniquindío, en conexión territorial», ya que ahí establecimos que la Uniquindío se convertirá en una institución sostenible y resiliente, de cara a la agenda global para la reducción del riesgo de desastres, en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático”.
El gerente de la EDEQ, Fabio Salazar Rojas, explicó que este sistema está compuesto por 432 paneles que producen hasta 300.266 kilovatios horas al año promedio, que representan el 44 % del consumo energético de la universidad. “Desde el aspecto ambiental, el sistema fotovoltaico representa una disminución de 141.117 kg de CO2 al año, aunque toda la energía que consume la Uniquindío es limpia por la compensación que realiza EDEQ”.
Costos y beneficios: aquí gana el medio ambiente
El convenio no tiene asignado ningún recurso efectivo, pues al tratarse de un servicio público de energía, lo que se cancela es el consumo. Al respecto, el ahorro inicial será del 21 % y después de 15 años se espera llegar a un 40 % de reducción. Después de ese tiempo, los paneles pasan a ser propiedad de la universidad para seguir usándose durante 10 años más (la vida útil de un panel solar es entre 25 y 30 años).
Así, la Uniquindío logrará suplir aproximadamente el 50 % de la energía total que se genera, a través de un sistema de energía limpia y renovable. El transformador del bloque de Ciencias Básicas, edificio en el que se instalarán los paneles solares, también cubre la energía de los edificios administrativos 1 y 2, del Instituto Interdisciplinario de las Ciencias, Coliseo, Bienestar Institucional y escenarios deportivos.
Camino hacia la huella de carbono cero
La implementación de sistemas fotovoltaicos, que convierten la luz solar en electricidad, presenta una serie de beneficios que van más allá de la simple generación de energía. Cada vez somos más conscientes de la necesidad de acoger prácticas sostenibles, y estos sistemas se destacan como una solución clave para abordar los desafíos ambientales y mejorar la eficiencia energética.
Además de los beneficios en incentivos fiscales, la independencia energética, el cumplimiento de normativas ambientales y el aumento de sostenibilidad y responsabilidad ambiental, se le está garantizando a la población que se reducirá en un 44 % la dependencia de combustibles fósiles no renovables, como el carbón, el petróleo y el gas natural.
Lo anterior se traduce en importantes ventajas ambientales: la principal es la reducción de la huella de carbono, ya que la energía solar es una fuente limpia y renovable, lo que significa que la generación de electricidad a partir de paneles solares produce muy bajas o nulas emisiones de gases de efecto invernadero. Además, contribuye de una manera decidida a la conservación de los recursos naturales, reduce la contaminación del aire y el uso de agua, preserva la biodiversidad y minimiza residuos y desperdicios.
Universidad sostenible: innovación e investigación
Otro de los puntos importantes del convenio es que se impulsará el uso de transporte sostenible a través de la adecuación de una zona de carga eléctrica de vehículos de dos ruedas, por parte de la EDEQ, la cual estará ubicada en inmediaciones del bloque de Ciencias Básicas.
Cristian Camilo Orjuela Yusty, jefe del departamento de Proyectos de la Universidad del Quindío, expuso que con este sistema se va a garantizar la normalidad en el desarrollo de las actividades diurnas y nocturnas de la institución, sin embargo, si hay un problema de energía en el sistema principal, no se va a ir la energía, pues está el plan b, que es el transformador convencional.
La transición es paulatina, pero sin retroceso. El rector de la Uniquindío manifestó que en este caso “estamos hablando de unos 850 metros de paneles solares. Y la idea es, en estos próximos años, continuar y llegar a un 90 o 100 % de energía fotovoltaica en nuestra alma mater”.
Finalmente, la instalación de paneles solares ofrece oportunidades educativas valiosas al proporcionar, tanto a estudiantes como a docentes, experiencias significativas y prácticas en tecnologías sostenibles, fomentando la investigación y la innovación, así como la conciencia ambiental.
