Autor : Alejandro Castillo
Según cifras de Fenalco, en el departamento hay cerca de 5.000 tenderos, el 10 % sigue reportando ventas inferiores a las que tenían antes de la pandemia.
La Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, seccional Quindío, dio a conocer que las tiendas de barrio siguen enfrentando serios problemas y aún no presentan una recuperación.
“En un estudio que realizamos, cerca del 10 % de los casi 5.000 tenderos que tenemos en nuestra base de datos, siguen reportando ventas inferiores a las que tenían antes de la pandemia”, dijo Diana Patricia López Echeverri, directora de Fenalco Quindío.
Se están viendo afectados por la competencia, principalmente las cadenas de supermercados que compran grandes cantidades a los proveedores y tienen mayor margen de utilidad, por lo que pueden vender a menor precio.
“Otro factor preocupante son los problemas de inseguridad en distintos barrios de Armenia y en otros municipios, que los obligan a cerrar más temprano y a los clientes también les da miedo salir a comprar”, resaltó la directiva gremial.
A esto también hay que sumarle los bloqueos de vías del paro nacional. “Fueron nefastos para distintos sectores económicos y los tenderos no fueron la excepción, porque los productos que venden no llegaban y los que sí lo hacían, a precios muy altos, de los cuales algunos aún no se han normalizado”.
Agregó: “Por todo esto, lo que estamos buscando con los gobiernos es trabajar en las nuevas tecnologías, enseñarles a vender en línea, realizar capacitaciones en distintos aspectos, por ejemplo, los servicios financieros, para que estos negocios no se vayan a cerrar, porque ayudan al desarrollo económico del departamento”.
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Hablan los tenderos
Patricia Luján Molina, de la tienda Donde Gañelo, una de las más antiguas de Montenegro, que siempre ha estado ubicada en el barrio La Pista, dijo: “La tienda en esta casa, que es del abuelo de mi esposo, ha existido desde hace mucho tiempo, pero mi esposo y yo estamos a cargo desde hace aproximadamente un año”.
En cuanto a las dificultades que enfrentan aseveró que una de las más importantes es la competencia de las cadenas de supermercados.
“Estas manejan precios más favorables porque compran en cantidad y todo les sale más barato, mientras que nosotros, por ejemplo, compramos una arroba de arroz y a medida que se va acabando compramos más y no podemos competir con los precios de los almacenes grandes. Así sea poco lo que necesiten comprar, las personas prefieren ir a los supermercados”.
Apuntó: “La pandemia nos afectó, pero considero que el paro nos golpeó más fuerte, porque no llegaban los productos y algunos subieron mucho de precio. Incluso algunos como los huevos apenas están volviendo a lo que valían antes de las manifestaciones”.
Afirmó que ahora las tiendas solo permiten sobrevivir, no es como antes que eran muy rentables, ya que quienes iniciaron con estos negocios, podían ahorrar y muchos lograron conseguir dinero y comprar sus casas.
Uno de estos casos de rentabilidad fue precisamente el de Enrique Meneses García, quien desde 2002 tiene su negocio en el barrio La Cristalina de Armenia, en una casa que compró gracias a la tienda que tuvo, durante 35 años, en el barrio Alfonso López.
“Las ventas han bajado bastante, antes se vendía de todo, llegaba gente a comprar y uno podía tener abierto hasta pasadas las 10 p. m., ahora son pocas las personas que vienen a comprar y por la noche menos, por lo que debemos cerrar temprano”, relató.
Afirmó: “Nos ha afectado mucho que en Armenia los supermercados se han expandido mucho y la gente de los barrios que están lejos del centro prefiere ir a comprar a estos, porque ya no les queda tan lejos. Afortunadamente no tengo que pagar arriendo y aunque la situación es difícil, las ventas me permiten pagar impuestos y servicios”.
