Autor : Msc John Edward Herrera Quintero  Coordinador de la Especialización en Gestión Ambiental – Universidad La Gran Colombia. 

Bosque urbano Campus Universitario La Santamaría – Universidad La Gran Colombia. 

Colombia se distingue por ser un país verde. El 53 % de nuestro territorio está cubierto de bosques, y poseemos el bosque tropical protegido más grande del mundo, la Serranía de Chiribiquete, con 4.3 millones de hectáreas, ubicado entre los departamentos de Caquetá y Guaviare. En el evento del COP 28 Colombia presentó su parque Nacional Natural número 61, Serranía de Manacacías en la región Orinoquía, para la conservación del sistema hídrico, protección de bosques y diversas especies de fauna amenazada. 

 Aunque la deforestación en el mundo ha venido disminuyendo a una tasa anual de 16 millones de hectáreas entre los años 1990 y 2000 a unos 10 millones de hectáreas entre 2015 y 2020. En Colombia, de acuerdo con el Ideam, la deforestación nacional aumentó 23 % en 2017 con respecto a 2016, lo que equivale a 850 canchas de fútbol al día. Según WWF (organización de conservación de la naturaleza a nivel global), durante los meses de enero y marzo de 2022 se deforestaron 50.400 hectáreas, superando el periodo de 2021, pero, la deforestación en nuestro país bajó un 29.1 % en el 2022. La pérdida de bosques en el país fue de 123.517 hectáreas, lo que equivale al 67 % del tamaño de nuestro departamento. Es preocupante la tendencia de pérdida de nuestros bosques. Según el ministerio de Ambiente en los últimos 21 años ya se supera los 3 millones de hectáreas (aproximadamente 16,3 veces el departamento del Quindío). 

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  LA DINÁMICA DE LA POBLACIÓN 

La dinámica del comportamiento de la población en el mundo será urbana principalmente, generando mayor presión al ambiente para asegurar los servicios que requieren para su bienestar, como es el agua. El planeta pasó en un siglo de 17 a 388 ciudades, con una población mayor a un millón de habitantes. Estos espacios basados en el cemento no permiten el manejo del agua de manera natural, sino se canaliza, además el calor que absorben en el día lo entregan en la tarde y la noche mediante radiación y convección, mientras que la sabiduría natural nos muestra que un árbol por su color verde absorbe menos la energía que viene de la luz y la energía la utiliza para su proceso de fotosíntesis, y de esta manera se hace el equilibrio de la energía a través del proceso de evotranspiración. 

 Según estudios sobre el cambio del clima en nuestro municipio, se ha observado la existencia de islas de calor, con aumento en 10 años hasta en 10°C, perjudicando el bienestar de la comunidad y la biodiversidad que la rodea. 

 Una persona genera entre 950 y 1.200 gramos de CO2 por día. Como somos en el planeta alrededor de 8.045 millones de habitantes, la respiración de todos vierte a la atmósfera unos 8 millones de toneladas de CO2 al día, sin contar lo producido por el transporte, la industria y otros. Basados en los datos del censo de 2018 y haciendo proyección, podemos afirmar que nuestra ciudad cuenta con 316.926 habitantes, produciendo alrededor de 317 mil kilos de CO2 al día, lo que equivale a 114.12 millones de CO2 al año. 

LOS ÁRBOLES PARA LA MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO  

Si un árbol de contextura media captura 150 Kg CO2/año, nuestra ciudad debería contar con 760.800 árboles de porte medio para capturar solo lo que generamos de C02 por respirar, y si utilizamos la sencilla regla de 3 árboles por persona, necesitaríamos alrededor de 2.282.4000 árboles de porte medio, para compensar, requiriendo aproximadamente 20.6 Km2 para bosques, y si el municipio tiene una extensión de 212 Km2, necesitaríamos el 9.7% del área de Armenia en bosques.  Por tanto, como ciudad nos pensemos de manera participativa, responsables de nuestras emisiones, no podemos dejarlo todo al gobierno. Estos datos demuestran la importancia del cuidado de los bosques nacionales, el trabajo ambiental departamental, regional y nacional, y la promoción de los bosques para nuestras áreas urbanas. 

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  El reto ante los problemas como: la disminución de las áreas de los bosques, el aumento de la población y los gases de efecto invernadero, la pérdida de biodiversidad, la contaminación del ambiente y el cambio climático, debemos encontrar soluciones basados en la naturaleza, y el manejo de los bosques urbanos “espacio dominado por árboles, que incluye la fauna asociada, situado en zona urbana” es una excelente alternativa, pues no solamente hace la captura de CO2, sino que está acompañada de otros beneficios como: embellecimiento de la ciudad, incremento del valor de la propiedad entre 10-20%, mejora la productividad, bienestar sicológico de la población que le circunda, mejora la calidad del aire, protección contra el ruido, aporte a la infraestructura verde, ayuda en el control del agua por precipitación, conserva la biodiversidad, permite trabajo comunitario, reduce islas de calor, pues, se afirma que una casa rodeada de tres árboles no necesitaría de aire acondicionado, la sombra de un árbol puede disminuir entre 2 a 8 °C la temperatura. 

  La Universidad La Gran Colombia, como organización comprometida con el conocimiento y a través de su especialización en Gestión Ambiental, ha venido contando con personal idóneo en este tema y unido a su compromiso con la responsabilidad social ambiental, está trabajando en la propuesta de la implementación de un bosque urbano en la sede campus universitario la Santa María, que aporte como proyecto piloto en el diseño y manejo de bosque urbano, e integrarlo al cuidado y protección de la fauna que nos rodea, pues, se ha determinado la existencia de 29 especies aves. 

BOSQUES URBANOS EN COLOMBIA Y EN EL MUNDO   

Es importante destacar que ciudades en Colombia están haciendo excelentes iniciativas y podemos aprender de estas, Cali tiene 25 bosques urbanos, Bogotá en la actualidad está trabajando en 452 Ha para bosques urbanos, o en el mundo, por ejemplo, en África, los bosques urbanos se orientan al aseguramiento para la equidad de acceso a espacios verdes, o en Europa con el caso de la supermanzana de Barcelona, donde se transforman las calles para recuperar espacios públicos y crear espacios más saludables y verdes para sus ciudadanos, siendo un cambio de paradigma en la planificación urbana y sitúa al ciudadano en el centro de la ciudad; en la India, el enfoque está en la gobernanza y el manejo de la silvicultura urbana, para asegurar el cuidado de los bosques, Brasil con su política, cada árbol importa, o Dublín que implementa planes para el bienestar de la población y para la biodiversidad, involucrando los bosques y aún jardines para la solución en el efecto del cambio climático, en la retención del agua y disminuir los problemas de inundación. En sí, son muchos los ejemplos en el mundo, y consideramos que el Quindío podría aportarle al mundo en esta temática.  

RETOS A ABORDAR 

No podemos dejar toda la responsabilidad al gobierno, este debe ser un compromiso como sociedad. Valorar el estado actual de nuestros bosques y desarrollar propuestas que los potencialicen, generar una cultura del cuidado por el bienestar de la comunidad y el diseño del hábitat responsable ambientalmente por parte de los planeadores urbanos y constructores, y una cultura ambiental. 
No olvidemos que, podemos convertirnos en un ejemplo para la región y quizás más si nos proponemos. El parque de la vida es un ejemplo real y valioso que debemos valorar y potenciar.