Autor : Andres Felipe Ramos
Carolina suma ya 25 años en el judo regional.
Son remotas las posibilidades de que el departamento tenga judocas en los próximos Juegos Nacionales.
El judo es un arte marcial y deporte de combate de origen japonés. El término se puede traducir como camino de la flexibilidad influyendo en el desarrollo físico, mental y emocional a través de la práctica.
En el Quindío, la disciplina es practicada con menos seguidores y registro mediático que otras como fútbol y baloncesto, sin embargo, muchos jóvenes de distintos sectores se sienten interesados en ella.
Lastimosamente, para los Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales Eje Cafetero 2023 será casi imposible que el departamento tenga representación. La liga deberá sortear diferentes deficiencias administrativas para tener algún chance de pelear cupos para esta competición.
A pesar de los inconvenientes, entrenadores y practicantes de este deporte no bajan los brazos y siguen en su tarea de promocionarlo en niños y adolescentes, no solo como competencia sino como complemento a la formación integral del ser.
Carolina Restrepo Osorio, con alrededor de 25 años de dedicación al judo y quien ha tenido la oportunidad de estar en las principales competencias colombianas, asumió el rol de entrenadora en el Quindío.
Nacida en Génova, es profesional en educación física, tiene especializaciones y capacitaciones en materia deportiva por parte de la federación colombiana de la rama. Ya ha tenido actividad como instructora en algunas instituciones educativas.
Carolina habló con NUEVA CRÓNICA QUINDÍO y contó apartes de su amor por el deporte y la situación actual en el departamento de esta disciplina.
¿Qué la motivó a practicar judo?
Yo tenía como 13 o 14 años y una vez vi en el barrio a un amigo que entrenaba constantemente, me dieron ganas de acompañarlo a un entreno y a partir de ese instante me gustó mucho la disciplina y más los que se infunde, la forma de entrenamiento y porque es un arte marcial que viene del Oriente e incluye muchos aspectos que sin duda me llamaron la atención.
¿Qué fortalezas adquiere la persona que practica este arte marcial?
El judo permite infundir valores en la persona que lo practica, y yo como entrenadora ayudo a fomentarlos. Si bien la finalidad de los deportistas que entrenan, en cualquier deporte, es ganar, yo no dejo dentro del judo que pierdan los principios, la responsabilidad, la disciplina, la lealtad, el compañerismo, entre otros valores, siempre lo hemos tenido en cuenta.
Yo hago parte como de la segunda promoción de judo a nivel del departamento del Quindío, donde mi entrenador llegó con muchas expectativas para la creación de la liga, seguimos con la misma ideología, por el mismo camino hasta el día de hoy.
¿Cuál es el presente de la liga quindiana?
En estos momentos digamos que las labores están quietas en materia administrativa, porque tenemos algunos inconvenientes y se están tratando de solucionar. Sin embargo, hay personas aún entrenando, con ciertos clubes, con la idea de no perder la continuidad.
Yo estoy en estos momentos entrenando con un grupo de 10 a 15 chicos, esporádicamente les estoy dando clases mientras se dan soluciones en materia jurídica.
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Y de cara a Juegos Deportivos Nacionales y Paranacionales, ¿cómo está el panorama?
Desafortunadamente es difícil estar en las justas de esta vigencia, para nadie es un secreto que trabajamos con las uñas, tenemos incluso que mendigar ayudas a las administraciones para que los muchachos compitan, participen.
Yo en el 2007 me encargué de reactivar la liga, jurídicamente, y de ese tiempo para hoy trabajamos con la idea de que el Quindío esté en competición a nivel nacional, pero no hemos tenido el auspicio total como ha pasado con otras ligas. No hemos tenido tampoco un lugar estable para entrenar, toca un día hacerlo en el coliseo de gimnasia, después que en el estadio o el coliseo del Café, lo que ha perjudicado el proceso por días, semanas y meses, eso se vio por ejemplo en los pasados Juegos Nacionales que tuvimos que entrenar en la calle y tuvimos el apoyo de taekwondo, que nos abrió un espacio en el salón donde ellos practicaban.
Con esta administración actual pensamos que las cosas iban a ser diferentes, pero no fue así, nos sentimos atropellados, no hay contratos para los técnicos.
Ante tantas dificultades, ¿qué la motiva entonces a seguir trabajando por el judo?
Yo creo, en primer lugar, que es el amor que uno le tiene al deporte; lo segundo son los niños y los jóvenes. No me considero capaz de reunir a un grupo de padres que están felices de ver a sus hijos entregados al deporte y decirles que vamos a dejar de entrenar. Yo soy madre cabeza de familia, tengo otros trabajos para costear mis obligaciones, pero entrenamos esporádicamente, es que no soy capaz de dejarlos porque esa alegría y el entusiasmo que generalmente reflejan, lo llevan a uno a seguir luchando por esta causa.
