Las opiniones expresadas por los columnistas son de su total y absoluta responsabilidad personal, no compromete la línea editorial ni periodística de LA CRÓNICA S. A. S.
Mientras cada gobierno que inicia su periodo se entrega de manera prioritaria a buscar mediante nueva reforma tributaria, recursos billonarios para cubrir el presunto déficit fiscal que hereda de su antecesor y los recursos adicionales que le demanda su plan de gestión, otros temas de fundamental trascendencia que le permitirían mayor apalancamiento financiero sin apretar más el bolsillo de su población, continúan creciendo sin la suficiente atención del Estado.
Asuntos como los activos declarados en extinción de dominio por diferentes razones, los famosos elefantes blancos, el enriquecimiento ilícito, el testaferrato, la austeridad en el gasto público y el infaltable tema de la corrupción y por ende recuperación de las billonarias cantidades que año a año se lleva del erario.
Sobre los bienes en extinción de dominio, en fecha reciente, la Procuraduría General de la Nación denunció que no hay reporte físico sobre los 16.283 bienes en poder de la Sociedad de Activos Especiales, al verificar la existencia de un inventario deficiente, luego de recibirlo de la desaparecida Dirección Nacional de Estupefacientes; todo esto, pese a que el exdirector Andrés Ávila se pronunció para defenderse y aclarar que cuando recibió el cargo, le entregaron 1.700 sociedades, sin que existiese inventario alguno ni forma de controlar sus activos, lo que de acuerdo con esto, tampoco se preocupó por subsanar durante su gestión. Según la Fiscalía, se han contabilizado 19.587 bienes avaluados en $25.7 billones, suma superior al recaudo estimado para el año entrante de la reforma tributaria de Petro.
Sobre elefantes blancos, con un símbolo muy quindiano como es el fallido teleférico (teleféretro) de Buenavista, entre los que a nivel nacional representan incluso sumas mayores y sobre las cuales aún no hay claridad acerca de resultados de acciones concretas para determinar responsabilidad fiscal por el grave detrimento patrimonial que al Estado le representa, persiguiendo con las sanciones monetarias, administrativas, civiles y penales a los directamente responsables de tales despropósitos. Bienes que son absorbidos y en casos perdidos por la inclemencia del tiempo y en los cuales la Nación, los departamentos y municipios han invertido invaluables y cuantiosas sumas de dinero, pero que van terminando en el olvido y aun en el implacable castigo contable para sanear la presentación de los estados financieros por considerarlos de imposible recuperación. Una muestra clara de desgreño administrativo y de pésima gestión.
En cuestión de enriquecimiento ilícito, figura estrechamente vinculada con la corrupción, en días pasados comentaba con un conocido amigo periodista quindiano, acerca de casos de políticos quindianos algunos hoy en ejercicio, otros suspendidos para ejercer cargos públicos y otros simplemente en uso de receso voluntario pero con intenciones de retornar a la política, que para ellos ha sido el mejor negocio de sus vidas, para alcanzar el potencial patrimonial que hoy presentan, luego de haber comenzado de menos de cero. Coincidíamos en afirmar que toto el mundo los señala, que es vox populi, se sabe cómo lo han logrado, sus mañas, menos las autoridades de fiscalización y control, las que nunca se han preocupado por investigar tales casos. Seguramente es la misma realidad a nivel nacional y por eso siempre estamos y seguiremos como estamos, incluso con el que nos prometió ser el gobierno del cambio, que hasta ahora, demuestra la contrario, buscando generar más burocracia, más desigualdad y nombrando personajes sin mayor preparación en ciertos cargos claves, para cumplir compromisos personales de campaña, entre los que se encuentra el nuevo Ministerio de la Igualdad, que promueve con tanto énfasis en el Congreso. En tales condiciones, cómo se va a aplicar el tema de la austeridad en el gasto público, promoviendo cosas que implican otras billonarias sumas de dinero sin tener claro de donde saldrán los dineros.
