Autor : Daniel Alejandro Restrepo Tabares
Desde hace varios meses diferentes gremios en el Quindío han manifestado su preocupación por la falta de mano de obra en las labores agropecuarias.
El representante del sector cafetero del Quindío, Fáber Buitrago Patiño, volvió a lanzar un SOS para que el Estado y el Gobierno nacional atiendan la falta de mano de obra en el campo.
La crisis del campo por cuenta de la falta de mano de obra para desempeñar las diferentes actividades agropecuarias que se requieren para la producción de alimentos volvió a ser tema central de conversación por cuenta del pronunciamiento que se lanzó desde el sector cafetero en el Quindío por la crisis que está asociada al bajo ingreso que está recibiendo el productor.
Fáber Buitrago Patiño, integrante del Comité de Cafeteros del Quindío y líder del sector en el municipio de Circasia, manifestó su preocupación por la problemática que se ha venido presentando en los últimos meses en el sector agropecuario y que desde su punto de vista ya está tocando fondo.
“La falta de mano de obra para producir alimentos en nuestras fincas se da en dos partes: tanto los hijos de los propietarios no quieren quedarse en las fincas, sino que buscan otras actividades, se educan en otras profesiones como tecnología, servicios, entre otros revelando que sus intenciones no son hacer parte del empalme generacional que se requiere en la cadena productiva”, señaló el líder gremial.
Dijo que en la otra orilla del tema están los trabajadores de las fincas que tampoco quieren trabajar en el campo. “Los jóvenes no quieren ir a trabajar a las fincas y eso se debe a que es un campo que paga mal los salarios y a que no ven oportunidades porque realmente al productor no le está llegando un precio justo por ese producto que está ofreciendo en el mercado”, manifestó Buitrago Patiño.
En el caso del sector cafetero desde hace varias semanas se había visto una reducción en el precio pagado al productor bordeando precios de $1.350.000 lo cual no cubre todos los costos de producción que lleva el grano. Esto hace que en el proceso de intermediación se quede gran parte de esa utilidad que debería ser para el productor el precio final que paga el consumidor, “entonces el retorno es marginal muchas veces para el productor lo que le genera que no sea rentable y no pueda ser competitivo”, dijo el líder del sector cafetero.
Leer: Comercio no levanta cabeza, sigue crisis en ventas
Trabajar en precios justos
Desde el punto de vista de Fáber Buitrago Patiño parte de la solución para esta crisis que hoy enfrenta el campo no solo a nivel regional, sino nacional, radica en empezar a trabajar en precios justos para el productor lo que estimularía el poder pagar buenos salarios, tener todo un esquema de competitividad frente a otros sectores como la construcción.
“Asimismo, también se requieren unas políticas públicas muy acertadas de protección al campo. Recordemos que sin seguridad alimentaria no hay seguridad nacional y sin campo no hay ciudad y alimentos para la gente de la ciudad. Entonces aquí vamos a ver cómo en un momento dado tendremos un problema de seguridad alimentaria porque la mayoría de los propietarios de finca están en una media de 60 años y si el Estado no hace algo pues simplemente vamos a tener un problema grave de seguridad alimentaria en el mediano plazo”, puntualizó el líder cafetero.
Además, hizo un llamado para que el Estado genere políticas públicas acordes a recuperar esa producción y esa rentabilidad de alimentos y para lograrlo se podrían generar créditos con fomento al DTF -2 puntos tanto para insumos como para compra de bienes de capital, un incentivo a la capitalización rural que no discrimine por estrato social al productor, sino que lo apoye tanto para infraestructura como para adquirir maquinaria y equipo.
“También necesitamos unos fondos de estabilización de precios fortalecidos, bien financiados, necesitamos un régimen especial de seguridad social para el campo para que podamos ofrecerle a los trabajadores salud, pensión, un seguro de riesgo laboral, es decir, hacer toda una política integral entre Estado, gremios y sociedad civil para que este problema de alimentos no sea crítico en el mediano largo plazo”, destacó Buitrago Patiño.
