Autor : Andres Felipe Ramos Gámez
La producción Dragones de Papel Volumen II se consideró un fiel ejemplo de práctica restaurativa por la gran participación de los jóvenes en su desarrollo.
La institución presentó su informe de gestión 2022 – 2023 en el auditorio Sena Galán.
Para el 2023 y 2024, la apuesta grande del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, en el Quindío, serán las prácticas restaurativas dentro de la población infantil y joven.
La directora de la entidad en el departamento, Adriana Echeverri González, indicó que se convirtió en prioridad, a partir de los notables resultados que dejó la producción Dragones de Papel Volumen II, donde se vio el trabajo y la participación de dicha comunidad.
Se conoció este propósito tras el desarrollo de la sustentación del informe de gestión del ICBF Quindío, que se llevó a cabo en el auditorio del Sena Galán de Armenia.
Para Echeverri González, es satisfactorio que a través de este trabajo cinematográfico, los jóvenes se han apartado de situaciones que atenten contra su bienestar y desarrollo.
“Hemos visto cómo los jóvenes aprovecharon esa oportunidad de estar en el sistema de responsabilidad penal para adolescentes, tuvimos esa oportunidad de acercanos a esto, por ello creo que debe ser un reto grande para el año que viene”, afirmó Echeverri González a NUEVA CRÓNICA QUINDÍO.
Aunque no reveló cifras, reconoció que en el departamento hay dificultades en donde la población adolescente está inmersa y que el ICBF debe tener responsabilidades para atender esta situación.
Acción desde lo nacional
La directora del ICBF Quindío, Adriana Echeverri González, señaló que el actuar dentro de los próximos 365 días, se basa también a partir de los establecido dentro del Plan Nacional de Desarrollo.
Sobre propuestas al respecto dijo: “Una de ellas es la conversación que hacemos como ICBF y ministerio de Educación para que podamos hacer una atención integral a lo que es el aprendizaje inicial en primera infancia, eso quiere decir que Bienestar Familiar va a fortalecer en la recepción a madres gestantes y lactantes, y niños entre los 0 y 3 años, y de qué manera vamos a acompañar el fortalecimiento para la atención que debe hacer la cartera nacional a partir de los 3 años en adelante. Se está ad portas de arrancar los diálogos en el Quindío”.
Así mismo, dentro del plan nacional se busca que los niños y adolescentes tengan otros medios, que no sean institucionales, ideal para el apoyo sicosocial: “Aquí lo importante es que este tipo de intervenciones no solo se le hace al joven sino a toda su familia y su entorno para así detectar cuáles son esas falencias de ese ambiente y así fortalecerlos”.
Para ello se contará con un operador que iniciará acciones con la familia, así como autoridades administrativas para que pueda ser exitoso.
El otro pilar será el sistema judicial: “Trabajaremos con los defensores de familia de una manera integral que pueda fortalecer este sistema”.
Informe de gestión
El ICBF Quindío rindió su informe de gestión concerniente a la vigencia 2022 – 2023.
Echeverri González adelantó a NUEVA CRÓNICA QUINDÍO apartes de lo que ha sido el trabajo efectuado en la última vigencia, en ese sentido destacó por ejemplo en la parte de promoción y prevención, relacionado con la atención en la primera infancia, que se tuvieron 11.547 cupos a nivel departamental.
“La cifra de cupos reúne a los atendidos en los centros de desarrollo infantil, en los hogares infantiles, en la modalidad comunitaria, en el desarrollo integral en medio familiar, es decir, en cada una de las modalidades. Atendimos a una población de 11.547 personas que comprende niños, adolescentes, madres gestantes y lactantes”.
Así mismo, la directora reveló que la inversión para ejecutar acciones fue aproximado de $35.000 millones en atención a la primera infancia.
“Tenemos también otros programas como Tu a Tu, Generaciones Explora, Territorios Étnicos de Bienestar, Sacúdete. En esos programas de promoción tenemos alrededor de 6.000 cupos con inversión de cerca de $6.000 millones”.
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Acotó que también se efectuaron talleres con niños, preadolescentes, adolescentes y jóvenes con el fin de que esas habilidades y competencias blandas las pudieran explorar y poner en práctica: “Una manera de revisar cuáles eran las cosas que ellos querían. En ese sentido tuvimos spot donde chicos de La Tebaida trabajaron todo lo concerniente a medios audiovisuales para que a través de sus voces los demás jóvenes los escucharan”.
Otro de los programas que destacó fue Mi Familia, donde se fortalecen los núcleos familiares para favorecer a niños y adolescentes que se encuentran en protección por parte del ICBF y que estén en vulneración.
“El año anterior se impactaron 7.420 usuarios o familias, se hace un acompañamiento y atención en diferentes rutas para que los niños, tanto protegidos, o que estén en sistema de responsabilidad penal, tengan su reintegro”.
Finalmente el proyecto Sueños fue otro de los destacados el año pasado: “A nuestros adolescentes y jóvenes el ICBF entrega un recurso a través de las universidades, para que ellos puedan tener las posibilidades de efectuar una carrera profesional, técnica o tecnológica y adicional a ello puedan hacer una maestría o especialización”.
