Autor : Andres Felipe Ramos
Habitantes de Pijao acompañaron al alcalde Juan Camilo Pinzón Cuervo y a la gerente Estefanía Restrepo García a un recorrido especial por las calles hasta llegar al hospital y abrir oficialmente sus puertas.
A pesar de que las estrategias fueron cuestionadas, la administración del hospital pudo ponerse al día con el pago de los parafiscales.
Con un desfile por las principales calles del municipio, los habitantes de Pijao celebraron este martes la reanudación de los servicios del hospital Santa Ana. El centro médico se sobrepuso a una grave crisis financiera, originada por un embargo a las cuentas de la entidad y agravada por las deudas de las EPS liquidadas el año pasado.
La odisea comenzó hace un año, cuando los funcionarios dieron a conocer que no les habían pagado el salario correspondiente a enero y llegó a su punto máximo en julio, cuando la secretaría departamental de Salud ordenó el cierre de todos los servicios por la falta de capacidad operativa.
El 12 de agosto Estefanía Restrepo García asumió la gerencia y el reto de saldar las deudas, cumplir con el pago de los aportes parafiscales de todo el 2022 -más de $100 millones- y así recibir de nuevo el aval de parte de la secretaría de Salud departamental para volver a funcionar.
Se reunió con personas de su confianza, además de su padre Edwar Restrepo, para buscar salidas rápidas, para empezar a superar los difíciles obstáculos. Entonces, se apeló a la creatividad, pero, sobre todo, a la solidaridad.
La primera apuesta fue la venta de bonos ‘Pro amor por el Santa Ana’, una prueba de fuego, debido a que la comunidad estaba apática, ya que la gerencia anterior había implementado una estrategia similar.
Sin embargo, en esta ocasión, no solo se acudió a la buena voluntad de los pijaenses, sino que vendieron bonos por todo el departamento: “Había desconfianza de la gente por incumplimientos, pero se demostró de parte de esta gerencia que había intención de saldar las deudas”.
Luego llegó un aporte inesperado. Un productor de televisión propuso alquilar las instalaciones del hospital para grabar algunas escenas de una serie. “La gente no vio con buenos ojos esto, pero gracias a ello ingresaron $7 millones por solo un día de grabación, más otros $3 millones por unas tomas más en el parque principal”.
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Todavía no era suficiente, así que llegó otra idea poco convencional: organizar un concierto. “Camilo Sesto de Yo Me Llamo se unió a la causa, donó una presentación, cautivó y llamó la atención de la gente”, contó la gerente Restrepo García.
También se realizó una cabalgata donde la gente respondió con entusiasmo.
“Gracias a las actividades recolectamos $80 millones y $5 millones más de la cabalgata, por lo que quedaba una deuda de $17 millones, sin embargo, a finales de 2022 alguien ajeno a la entidad prestó ese dinero restante para agilizar la reapertura, él sabía de la importancia de cumplir ese objetivo”.
Este 2023 se tiene proyectado otro concierto de amor por el hospital para pagar esos $17 millones.
“El 23 de diciembre pasado la secretaría de Salud del departamento, tras haber notificado el pago de los aportes parafiscales, nos autorizó la habilitación para los servicios de urgencias y consulta externa”.
Un propósito familiar
Si bien la responsabilidad gerencial fue asumida por Estefanía Restrepo García, Edwar, su padre, también se entregó a la causa.
“Muy agradecido con Dios y la gente que creyó en este proceso, es que no es fácil sacar unos bonos y convencer a la gente, llegó un momento en el que pensamos desfallecer, pero fue una apuesta en familia a partir de la confianza que nos da la alcaldía. Mi hija se arriesgó porque su mamá trabaja en este hospital, tiene 35 años en el lugar, verla triste y preocupada porque no se daban las cosas para el hospital no pasaron desapercibidas”, dijo el papá.
Blanca Stella García, la mamá y funcionaria del hospital, habló de la complejidad del momento: “Fue muy duro comprender lo sucedido y más que cuando se ordenó el cierre yo estaba en Armenia hospitalizada. Nuestra familia se compone de 3 hijas, las bases que les inculcamos de hacer el bien creo que han dado resultado, estamos orgullosos como padres”.
