Autor : Gustavo Ossa García
hasta el próximo 30 de noviembre podrán atender a 152 niños. Foto : Gustavo Ossa G.
Advierten que hasta el próximo 30 de noviembre podrán atender a 152 niños.
Ante distintas autoridades e instancias están acudiendo los operadores del programa para la atención a la población con algún tipo de discapacidad cognitiva o intelectual en el departamento del Quindío, quienes han advertido que hasta el próximo 30 de noviembre podrán atender a 152 niños.
De ahí en adelante, no tienen presupuesto, ya que, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, hubo un cambio en la normativa y había dado un término de 24 meses, que se cumplen en la mencionada fecha.
En el Quindío son 3 instituciones las que atraviesan está dificultad y no saben qué va a pasar. Es la razón por la cual han iniciado toda una estrategia de denuncias y alertas ante los organismos correspondientes, con el fin de obtener respuestas y saber con certeza, qué pasará con estos niños que, debido a su condición, son doblemente vulnerables.
Martha María Maria Mejía, directora de la Fundación Quindiana de Atención Integral, explicó: “Son al menos 152 menores que quedaron en riesgo y desatención. Con derechos vulnerados a una atención integral y es por eso que las fundaciones, que operamos dicho programa, asistimos a la Defensoría del Pueblo Seccional Quindío para poner al tanto sobre la situación en la que nos encontramos en este momento, por eso en conjunto con el organismo se estarán agotando las vías legales”.
A nivel local
En el departamento ya fueron elevados varios oficios sobre este particular. “Hemos escrito a las entidades que hacen parte del sistema nacional de bienestar familiar, como las secretarías de Educación, de Familia, Desarrollo Social”, aseguró.
Así mismo, Carlos Mario Sánchez Zapata, representante legal del Instituto Fonoaudiológico de Calarcá, Infac, dijo: “El ICBF hizo un cambio de medida en el programa de discapacidad. Nosotros estábamos en un programa de protección y nos pasan a prevención, lo que significó un recorte de la permanencia de los niños, los que estaban en tiempo completo a medio tiempo, peor aún, esto limita las estancias, pero en la población con discapacidad permanente no hay cómo atender en este tiempo limitado. Se avanza unos cuántos pasos, pero luego se pierden con un ataque epiléptico. Son niños que tienen fallas de memoria y perceptuales”, dijo.
El directivo agregó que estos menores y jóvenes tienen una dificultad cognitiva avanzada, que, en la mayoría de los casos, afecta con mayor severidad a los estratos más vulnerables.
“Si bien la discapacidad no tiene estratos sociales, resulta más lesivo en las clases menos favorecidas. Lo anterior ante los entornos familiares que no resultan ser los mejores y esto va significando que los niños en mención no tengan un lugar para su formación, pero el modelo de educación actual es de competencia y expone a estas personas al manoteo”, dijo.
Solo del instituto, en noviembre son 45 menores los que ‘se quedarán’ en la calle.
“Son muchachos con muchas problemáticas y que no serán atendidos en el sistema educativo convencional”, dijo.
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