Autor : Roberto Restrepo Ramírez
Primera y segunda páginas de la revista "DUDA" sobre el asesinato de Kennedy.
Este 22 de noviembre se cumplen 60 años de uno de los magnicidios más comentados de la historia, el asesinato del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica John F. Kennedy, quien sucumbió bajo un tiroteo en Dallas, Texas, la ciudad que recorría en su carro presidencial. En el vehículo iba también su esposa Jacqueline, que lo atendió en su regazo, muriendo prácticamente en sus brazos. El asesino le disparó desde un edificio cercano. Era un francotirador que, sin embargo, al ser detenido, corrió la misma suerte pues fue ultimado entrando a un salón donde se desarrollaría un procedimiento judicial.
La muerte de Kennedy ha sido el homicidio más mediático de la historia y lo mismo ocurrió con los hechos que desencadenaron en la muerte de su presunto asesino.
Pero otros hechos fantásticos, que cuentan lo relacionado con profecías y anuncios de videntes, también han llenado las páginas de revistas en los años posteriores.
Una de aquellas publicaciones, que circuló en Colombia y otros países americanos se llamó DUDA. La Editorial ICAVI LTDA, en convenio con Editorial Posada, fue la encargada, en los años 70, de su distribución en el país.
Una edición de corte fantástico, que llamaba la atención por los temas que trataba, en el sustento fuerte de las llamadas Ciencias Ocultas y cuyos números eran esperados por miles de lectores. La número 34 salió con los siguientes temas:
- El poder oculto que asesinó a Kennedy.
-Los taoajcas, una tribu perdida y pura.
- Akiba - Ben Joseph, sabio santo y mártir.
- Geomancia, arte de leer la tierra.
Por supuesto,el primer tema, sobre uno de los presidentes más famosos de la historia, despertaba el interés central. La publicación iba acompañada de ilustraciones y textos en manuscrito, propios de las historietas de aquellas épocas, que se devoraban con avidez en los locales donde se conseguían las revistas de alquiler.
La primera página interior introducía al atractivo tema con la siguiente premisa:
“... Debía morir el presidente?”
Y continuaba la sucesión de los textos que, página tras página, hacían que el lector fortaleciera su imaginación, porque además la matizaba con anécdotas y comentarios que reforzaban el halo de misterio de los acontecimientos.
El punto sustancial de aquel número rondaba alrededor de las presuntas profecías que se generaron antes del asesinato. Y, además, lo anticipaban con la reproducción de la imagen que más se conoció aquel día trágico, la de Jacqueline asistiendo a su esposo en la parte posterior y descubierta del vehículo. Al fondo el dibujo del edificio donde se resguardó el asesino y las letras que lo envuelven, con el sonido de los disparos, el bang bang bang, como para hacer más atractivo el texto que se leería.
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Aquella introducción era - en esencia - la motivación para el lector:
“...Un héroe debe morir de muerte violenta. Morir en la vejez, en forma pacífica y natural no es heroico. Esta, al menos, ha sido siempre la imagen popular del héroe en la mitología, en la leyenda, y aún en la actualidad. Así, por lo violento de su muerte, el presidente John F. Kennedy se ha convertido en un héroe contemporáneo por excelencia. La historia, tanto antigua como moderna, está llena de tragedias parecidas; pero lo que sorprendió al mundo del caso de Kennedy fue que, poco antes de su muerte recibió numerosas advertencias respecto al peligro en que se encontraba,y no obstante estas advertencias se entregó fatalmente a su trágico fin.
Este hecho ha llevado a que se pregunten: ¿Realmente Kennedy conocía el peligro que lo acechaba? Y si es verdad que lo conocía, ¿por qué no trató de salvarse? Tal vez aunque conozca el futuro, ¿el hombre nada puede contra el destino? O acaso...”
Hasta aquí, el trozo introductorio que llevaba, sin pausa alguna, a leer las siguientes páginas,cargadas de truculencia.
En efecto, en el texto posterior empezaba el argumento de “misterio y fantasía”. Porque, de lo contrario, estas páginas habrían sido vacuas para el consumidor de relatos de la otra realidad.
Y,entonces, así lo anunciaba la página que venía después:
“La muerte del presidente Kennedy provocó una reacción mundial de adolorido asombro y fue uno de los desastres personales de nuestro tiempo más extensamente profetizados. Por ejemplo, Jeanne Dixon, la célebre “vidente de Washington”, anunció el asesinato desde 1956. Y no varió su profecía, que repitió innumerables veces por todos los medios informativos, hasta el día de la violenta muerte de Kennedy el 22 de noviembre de 1963...”
Hasta aquí, el contenido de esta, mi relación textual sobre un tema polémico. Porque, 60 años después, en éste y otros acontecimientos, y por cuenta de muchos escritores sensacionalistas, pululan en la redes sociales y en artículos de toda clase los argumentos que, todavía, encantan a los millones de lectores. Solo, que como lo anunciaba el título de aquella revista (DUDA), hoy, ella (la duda, en minúscula), siempre será cuestionada. Quien considere que impera lo contrario, puede, entonces, seguir elucubrando sobre esos “esotéricos” temas.
